Desarrollado por la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca (Ensp/Fiocruz), el "Plan de monitoreo epidemiológico en el área de implantación del Conplexo Petroquímico de Rio de Janeiro (Comperj)" lanzó la Síntesis Anual 2010. La publicación muestra la evolución de las enfermedades y los problemas de la población de Itaboraí, Cachoeiras de Macacu, Guapimirim y São Gonçalo (Manjolos), que son los ayuntamientos más afectados por el emprendimiento. El proyecto, que recibe el apoyo de Fiotec, tiene como objetivo la contribución para la disminución de los riesgos de contraer enfermedades y de muerte en la región.
El papel de Ensp es monitorear, identificar y alertar a Petrobras sobre los problemas identificados en la región. La empresa, a su vez, a través de alianzas con instituciones de salud, coloca en marcha acciones de mejorías. También fue creado, con los propios recursos del proyecto, un curso de maestría profesional en Vigilancia en Salud en las ciudades monitoreadas, que está capacitado a 20 alumnos.
En cinco años de existencia, fueron contratados aproximadamente 60 profesionales vinculados al proyecto, incluyendo becarios. "Todo lo que hemos hecho, sólo es posible debido al apoyo estratégico de Fiotec", afirmó el Profesor Luciano Toledo, coordinador general del proyecto. Maria Lana, coordinadora de gestión, explicó que, después de un tiempo de adaptación, el trabajo fluye a la perfección. "La institución viene atendiendo nuestras demandas muy bien, con profesionalismo", afirmó ella.
Histórico
La iniciativa del monitoreo fue de la propia Petrobras, en 2008, antes del comienzo de la implantación del complexo. "En aquel momento, hicimos un diagnóstico de las condiciones de salud de la población vecina en 11 ayuntamientos cercanos al área. Nos quedamos aterrorizados con el resultado, pues los indicadores mostraban muchos problemas, principalmente socio sanitarios y algunos ambientales", explicó el profesor Luciano Toledo.
La información más perturbadora fue la gravedad de la situación de las enfermedades infecciosas parasitarias como el dengue, las tuberculosis y la lepra. Además de esto, había un contraste de dos indicadores de lo que se denominaba causas externas: accidentes de transporte y violencias. Otra causa de las enfermedades y muerte en aquella región eran las neoplasias (cánceres) y las enfermedades cardiovasculares, típicas de regiones metropolitanas.
Actual situación
Según el coordinador general del proyecto, la actual situación de la región no es muy distinta de lo que fue diagnosticado hace cinco años. "La única alteración es que las violencias disminuyeron, mientras que los accidentes de transporte aumentaron. Esto no es una particularidad de aquella región, sino una tendencia general. Por lo tanto, en este momento no tenemos ningún indicador de que el Comperj esté haciendo mal a la salud de la población", afirmó el profesor Luciano Toledo.
Proyecto Piloto
Aún de acuerdo con el coordinador general, el proyecto está viabilizando a la creación de un modelo de monitoreo epidemiológico, que podrá ser usado en otros grandes emprendimientos. "En el proyecto, creamos un área de geoprocesamiento. Utilizamos todas las tecnologías disponibles, como las imágenes satelitales, softwares, un equipo técnico en dos observatorios ubicados en la región para identificar áreas críticas", dijo.
Comperj
Comperj será construido en un área de 45 millones de metros cuadrados, con una inversión alrededor de US$ 8,38 mil millones. El principal objetivo es aumentar la producción nacional de productos petroquímicos, con el procesamiento de casi 150 mil barriles/día de crudo nacional.
Foto: Coordinación del proyecto/Divulgación