La necesidad de cambios en las metodologías de la prestación de cuidados de la salud de los ancianos del país es una realidad. De este modo, la Escuela Nacional de Salud Pública (Ensp/Fiocruz) desarrolla el proyecto “Vulnerabilidad y fragilidad: propuesta de indicadores epidemiológicos para el monitoreo en la salud del anciano en la atención básica”, con el apoyo de Fiotec.
El monitoreo de las condiciones de salud y de sus determinantes contribuye a la detección de cambios a lo largo del tiempo, proporcionando subsidios para políticas sociales y de salud más efectivas para poblaciones específicas, los ancianos. La vulnerabilidad resulta en mayor riesgo de incapacidad funcional y muerte.
De este modo, el proyecto tiene como objetivo clasificar dos herramientas de monitoreo. Una es el VES-13, que es un relevante instrumento de rastreo de vulnerabilidad, no sólo en la atención clínica a los ancianos, sino también en la gestión en salud y en investigaciones sobre envejecimiento. La otra herramienta es el Tilburg Fraily Indicator (TFI), que sirve para la evaluación de la fragilidad.
En la práctica
La ejecución del proyecto se da de la siguiente forma: un estudio longitudinal es llevado a cabo con individuos de 60 años o más, usuarios del Sistema Único de Salud (SUS), para evaluar la validez predictiva de los dos instrumentos (VES-13 y TFI), validados para la población anciana brasileña, en relación con los resultados adversos de salud asociados a la vulnerabilidad y la fragilidad.
La intención es que los resultados obtenidos puedan indicar la aplicabilidad de los instrumentos en la atención básica de salud y evidenciar la importancia de su utilización en el monitoreo de las condiciones de salud de los ancianos, incorporándolas a la rutina de atención de los servicios de salud.