Oír a alguien decir que está con tuberculosis puede causar extrañeza. Esto porque muchos creen que la enfermedad es cosa del pasado, pero según Julio Croda, investigador de la Fiocruz y responsable por el proyecto “Estrategias del control de tuberculosis en los penales”, ella es la enfermedad infectocontagiosa que más mata en el mundo actualmente.
De acuerdo con Croda, a pesar de afectar a las poblaciones más vulnerables, la tuberculosis se transmite por vía aérea, por lo tanto, en las grandes ciudades, en ambientes con circulación de muchas personas, existe una elevada opción de contraer la enfermedad. En la entrevista a continuación, el investigador explica además la relación de la tuberculosis con el mundo actual y cuál es la situación de Brasil en este escenario.
¿Por qué la tuberculosis es tan peligrosa y por qué la atención prestada aún es insuficiente?
La tuberculosis es un problema de actualidad en nuestra sociedad y desde 2015 supera el número de muertes relacionadas al Sida. Esto ocurre porque, de modo general, tuvimos un empobrecimiento global de las poblaciones y la pobreza está relacionada directamente con los indicadores de esta enfermedad. Hace poco tiempo el mundo atravesó una recesión económica, una serie de nuevos conflictos, la crisis de los refugiados, la migración masiva hacia Europa, todas esas condiciones económicas de empobrecimiento condujeron al resurgimiento de la tuberculosis.
Ella es tan descuidada porque afecta a poblaciones que también son olvidadas, o sea, poblaciones que no tienen visibilidad. La gente no escucha mucho al respecto de la tuberculosis en los grandes medios, justamente porque es una enfermedad que ataca a las poblaciones más vulnerables. Podemos decir que en Brasil existen poblaciones donde el riesgo de adolecer de Tuberculosis es 30 veces mayor que en la población general, como sucede con quien es privado de su libertad, donde el número de casos es de 1,500 por cada 100 mil personas, mientras en la población general es de 30 casos por cada 100 mil personas.
Brasil es responsable por un tercio de los casos de tuberculosis en las Américas. ¿A qué se debe este número expresivo?
Nuestro País tiene 200 millones de habitantes y entre los países del continente americano, con excepción de los EE.UU., es el de mayor población. Solo que Brasil aún presenta indicadores relacionados a la salud bastante diferenciados a los de países desarrollados, entonces, tomando en consideración el tamaño de la población, presentamos este indicador: Brasil está entre los 20 países con mayor número de casos de tuberculosis, no obstante, presenta una incidencia moderada, entre 30 y 40 casos por cada 100 mil habitantes. De esta forma, estamos en una posición bastante favorable al ser comparados a países del Asia y África, por ejemplo.
El contagio de la tuberculosis es por vía aérea y la enfermedad está cada vez más resistente a los antibióticos. ¿Están siendo pensadas nuevas medidas, tanto para prevención como para la cuestión de la resistencia a los medicamentos?
Existe la tendencia mundial del aumento de la resistencia a los antibióticos y esto ocurre también para los casos de medicamentos contra la tuberculosis, sin embargo, aún no existen nuevas medicaciones. ¿Y por qué hay formas resistentes? Debido al incumplimiento del tratamiento adecuado. A medida que el paciente no cumple el tratamiento, principalmente el inicial, hay una gran posibilidad de desarrollar formas resistentes, y el tratamiento para estas nuevas formas es bastante complicado. Actualmente, ese tratamiento para las formas resistentes, dura entre 12 y 18 meses y requiere el uso de drogas inyectables, y eso compromete directamente su tasa de éxito.
Hoy en día, nuevos ensayos clínicos están siendo realizados con el objetivo de disminuir el tiempo de tratamiento a 6 meses y evitar el uso de drogas inyectables. Si eso viene a ocurrir, tendremos muchos beneficios, como el aumento de la adhesión, tasa de cura y la disminución de la transmisión de esas cepas multidroga-resistentes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los indigentes sin hogar llegan a tener 56 veces más posibilidades de contraer tuberculosis. Además, las poblaciones indígena y penal también son más vulnerables a la enfermedad. ¿Por qué?
En Brasil, existen cuatro grupos poblacionales más vulnerables a la tuberculosis: personas viviendo con VIH/Sida, personas privadas de libertad, la población indígena y los indigentes sin hogar. Cuando la gente analiza cual es el impacto de cada condición de esas en el número total de casos, a pesar de que el indigente sin hogar tiene la mayor incidencia, esa población es aún relativamente pequeña al ser comparada con la de personas privadas de libertad y personas viviendo con VIH/Sida. Entonces, en el contexto de muchos países como Brasil, estas dos últimas poblaciones contribuyen más a la carga total de la enfermedad.
La vulnerabilidad de cada grupo depende de sus características particulares. En el caso del Sida, eso sucede debido a las fallas en la inmunidad celular acarreadas por el VIH, que disminuyen la capacidad de combatir y controlar la infección por tuberculosis. Con relación a los otros tres grupos, son las condiciones socioeconómicas y las condiciones de vida desfavorables. O sea, está asociada a factores individuales que son más frecuentes en esa población como, por ejemplo, el uso de drogas, vivienda, acceso al diagnóstico, entre otros. En el caso de los privados de libertad, la cuestión de la superpoblación de las prisiones, es fundamental para el aumento de la incidencia en los últimos años. Todas estas poblaciones tienen también dificultad de acceso al diagnóstico, que es un factor muy relevante para el control de la tuberculosis.
El día 24 de marzo fue celebrado el “Día Mundial del Combate a la Tuberculosis”. ¿Cómo está la actual situación de la enfermedad en Brasil y cuáles son los planes para el futuro?
Este es un día muy importante para evidenciar que la tuberculosis es la enfermedad infectocontagiosa que actualmente más mata en el mundo entero y que es necesario un diagnóstico precoz para el tratamiento oportuno. En Brasil, tenemos una reducción del 1,5% en la incidencia por año. Muy lejos de lo que es necesario para que alcancemos las metas de la OMS hasta 2035 - que es de 10 casos por cada 100 mil habitantes.
Además de las medidas existentes, ya disponibles, son necesarias innovaciones. En este aspecto, la Fiocruz y la Fiotec desempeñan un papel fundamental: el de fomentar y dar soporte al Ministerio de Salud en investigaciones que impactan directamente en intervenciones en el Sistema Único de Salud (SUS). Un ejemplo claro de ello es la investigación que está siendo financiada por el National Institutes of Health (NIH), “Estrategias del control de tuberculosis en las prisiones”, en la cual soy el investigador principal en Brasil y Jason Anderson es el investigador principal de la Stanford University. En este proyecto estamos realizando detecciones, ofreciendo test molecular y examen de rayos X a todos los presos de dos penales del estado de Mato Grosso do Sul, en Campo Grande y en Dourados. Ofreceremos esos exámenes durante dos años y medio, dos veces al año, y después, con base en los datos que genere la investigación, crearemos modelos matemáticos que auxilien al Ministerio de Salud para establecer cuál es la intervención más apropiada para el control de la tuberculosis entre las poblaciones privadas de libertad.