El investigador Fernando Zanchi, de la Fundación Oswaldo Cruz Rondônia (Fiocruz), recientemente concluyó una propuesta para el desarrollo de nuevos fármacos contra enfermedades tropicales negligenciadas, como la Leishmaniosis, Malaria y Enfermedad de Chagas. El físico y doctor en Biología construyó un modelo experimental molecular que contempla diversas plantas, entre ellas la andiroba, copaíba sangre de dragón y sucupira, además de toxinas de serpientes como la jararaca.
Fernando vislumbra la creación de una industria local para la producción de esos fármacos, en alianza con Fiocruz/RO, para que de esa manera asegurar la continuidad de la investigación. “La diferencia es que al contrario de lo que ocurre con los laboratorios mundiales, la fuente está en nuestra puerta”, afirma, haciendo referencia a la fauna y flora del estado de Rondônia.
Según Zanchi, la aplicación y objetivo final del proyecto es instalar una plataforma profesional de prospección racional de fármacos, a través de la purificación de moléculas de la biodiversidad seguida de la prueba contra otras moléculas, también aisladas, del causador de la enfermedad.
“La investigación del doctor Fernando usa tecnología de punta: bioinformática aplicada, clonaje y expresión moleculares, espectrofotometría, cromatografías común y de alta performance, química medicinal, prueba de interacciones moleculares in vitro, usando resonancia plasmónica de superficie (SPR en inglés)”, señala Leandro Dill, presidente de la Fundación de Amparo al Desarrollo de las Acciones Científicas y Tecnológicas y la Investigación del Estado de Rondônia (Fapero).
Desde el 2014, de los 12 blancos moleculares de patógenos preseleccionados, cuatro modelos fueron bien solidificados. De acuerdo a Dill, en 2016 fue posible duplicarlos, y dependiendo de los recursos, aumentarlos todavía más.
Él recuerda que en el parasito y en el ser humano, estos blancos moleculares son distintos, por lo tanto es racional pensar que los efectos tóxicos sean mitigados, de ahí la vanguardia en la búsqueda de nuevos fármacos. “Cuando una patente es correcta, el proyecto será sostenible”, él así lo cree.
El equipo liderado por Fernando Zanchi está compuesto por profesionales especializados en diversas áreas, que actúan en los tres frentes de acción de la investigación. Entre ellos están los becados de Fiotec, Sharon Macedo y Eduardo Botelho, bióloga y científica del área de la computación respectivamente.
Con informaciones del Portal Rondoniense.