Las poblaciones rurales brasileñas estuvieron durante mucho tiempo al margen de las políticas públicas de salud. Con la conquista del derecho a la salud y la implementación del Sistema Único de Salud (SUS), garantizado por la Constitución Federal de 1988 como un deber del Estado, el SUS fue construido valorizando tres principios: la universalización, la equidad y la integridad en los servicios de salud, reconociendo y considerando las especificidades y peculiaridades de las realidades vividas por las poblaciones del campo, de la floresta y de las aguas.
En función de la necesidad de ampliación del acceso a los servicios de salud, reconociendo las especificidades culturales y locales de tales poblaciones que viven en situación de vulnerabilidades, fue creada la Política Nacional de Salud Integral de las Poblaciones del Campo, de la Floresta y de las Aguas (PNSIPCFA), fruto de las experiencias y prácticas de los movimientos sociales, enarbolando como banderas de lucha la cuestión agraria, la salud ambiental y la defesa del SUS.
El proyecto desarrollado por Fiocruz Brasilia, contribuye al fortalecimiento de la participación social y fomenta el protagonismo de las poblaciones del campo, de la floresta y de las aguas en la construcción de caminos propios de ciudadanía.
El proyecto tiene como objetivo la formación de dirigentes sindicales, líderes de asentamientos/campamentos y dirigentes del movimiento de mujeres campesinas, procurando el fortalecimiento de la participación social y la capacitación/calificación para su actuación en los espacios del control y participación social, tales como consejos de salud, conferencias y comités.