Conexión Fiotec-Fiocruz, revista institucional de la Fiotec, trajo, en su novena edición reportajes que mostraron los esfuerzos de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) en el combate y prevención de las arbovirosis en Brasil. Luciano Moreira, investigador del Instituto René Rachou (Fiocruz Minas Gerais), explicó la metodología de un proyecto que propaga Aedes aegypti con la bacteria Wolbachia en la Región Metropolitana de Río de Janeiro, con el propósito de controlar la reproducción de la especie y disminuir su capacidad de transmitir el virus del dengue.
En otras páginas de la misma edición, Celina Turchi, designada por la revista Nature para ocupar la lista de los diez científicos más importantes de 2016, desmenuzó el trabajo realizado por el grupo de investigación, liderado por ella, que comprobó definitivamente la relación entre el virus zika y las alteraciones que hoy son chamadas síndrome del zika congénito.
Ahora, el Instituto Carlos Chagas (ICC/Fiocruz Paraná) presenta una nueva herramienta que amplía la capacidad de diagnóstico diferencial de las arbovirosis. El nuevo equipo, con capacidad para analizar un promedio de 1,580 muestras cada hora, reduce del 50% al 9% los casos de reactividad cruzada entre muestras de dengue y zika. Es decir, la nueva tecnología permite que los científicos digan, con precisión casi absoluta, si el individuo fue infectado por el virus del dengue o del zika.
Claudia N. Duarte dos Santos, jefa del Laboratorio de Virología Molecular del ICC/Fiocruz, explica el funcionamiento de la nueva técnica y los beneficios inmediatos traídos por ella:
¿Cuáles son las enfermedades causadas por flavivirus en Brasil y por qué es tan difícil obtener diagnósticos precisos?
Tenemos varios flavivirus que circulan en Brasil, pero, actualmente, los principales son el dengue, la fiebre amarilla y más recientemente el zika. Existen otros flavivirus, pero que circulan con menos intensidad, por lo tanto, tienen un menor impacto sobre la salud pública. Es muy difícil obtener un diagnóstico porque los síntomas clínicos iniciales de estas virosis [dengue, fiebre amarilla y zika] son muy parecidos. Por ser ellos próximos filogenéticamente, pertenecer a la misma familia, comparten muchas proteínas, lo que acaba ocasionando, en el caso de un diagnóstico serológico, un cruzamiento de informaciones. O sea, resultamos con una respuesta ambigua, sin conseguir definir en un gran número de casos cual virus es el que está infectando, o infectó, al individuo.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la nueva metodología de diagnóstico y la que era utilizada hasta entonces?
La elección del formato del diagnóstico va a depender del momento, del curso de la enfermedad en el cual el diagnóstico será realizado. Entonces, por ejemplo, en el caso del zika, después del inicio de los síntomas la técnica diagnóstica de elección es aquella que va a detectar, ya sea el virus circulando en el organismo del individuo, o el genoma viral circulando en el organismo del individuo. Esto va a ocurrir hasta unos cinco días después del inicio de los síntomas. Después de esa fase, el diagnóstico de elección, el formato, será el diagnóstico serológico, que va a detectar los anticuerpos que el individuo generó contra aquel agente infeccioso.
Ese diagnóstico, que ahora utilizamos aquí [Laboratorio de Virología Molecular], echa mano de una técnica clásica, muy conocida y utilizada hace muchos años, la técnica de neutralización, que ofrece resultados muy precisos. Sin embargo, esta técnica es muy laboriosa, necesita de una persona entrenada, un ambiente especial para ser realizada, lo que justifica el período de diez días para ser concluida. Por eso, asociamos esta técnica clásica a una plataforma ultramoderna, de alta performance, capaz no solo de reducir el tiempo de diagnóstico, sino también de analizar un gran número de muestras de forma precisa, por el hecho de que toda la plataforma sea automatizada. Por tanto, ese es el primer beneficio. El segundo es su capacidad para diferenciar las infecciones entre zika, dengue o fiebre amarilla de forma mucho más precisa que los kits de diagnóstico disponibles actualmente en el mercado.
Hoy la metodología realiza diagnósticos de zika y dengue. ¿Existe un pronóstico de cuándo esa tecnología pueda ser usada para detectar otras enfermedades?
Otro diferencial de la plataforma que estamos utilizando ahora es su flexibilidad para la inclusión de otros virus o patógenos. Actualmente ya podemos analizar otros virus, como el chikungunya o el virus de la encefalitis de Saint Louis, siempre que haya demanda para ello. Esta nueva tecnología nos permite personalizar los diagnósticos de infecciones por virus.
Los proyectos coordinados por usted, con apoyo de la Fiotec, para el desarrollo de kits de diagnóstico contra arbovirosis circulantes en Brasil, ¿tienen relación con esa nueva metodología de diagnóstico?
Sí. Tenemos dos proyectos que incluyen este equipo, uno de ellos financiado por el BNDES [Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social], cuyo equipo ya está en funcionamiento en nuestro laboratorio; y otro proyecto, apoyado y coordinado por la Fiotec, que es la donación de un segundo equipo [Opereta], realizada por una institución filantrópica internacional.
Este equipo comenzó a ser utilizado anteriormente para realizar el triaje de compuestos antivirales, un gran número de ellos, que inhibieran la replicación de los virus del dengue, zika, chikungunya y, finalmente, de la fiebre amarilla. Entonces, este equipo comenzó a ser utilizado en nuestro laboratorio con esta finalidad. Hasta que un grupo dirigido por la Dra. Andrea Koishi percibió la real capacidad del equipo, teniendo la idea de asociar la técnica de diagnóstico clásica, utilizada hasta entonces, a la nueva tecnología. Nosotros contamos con un equipo extremadamente potente, para la realización de investigaciones básicas, aplicadas, y con resultados muy rápidos.
¿Cómo percibe usted la contribución del ICC a los esfuerzos realizados por la Fiocruz en el combate al zika, dengue y fiebre amarilla?
Con la capacidad del nuevo equipo para procesar, simultáneamente, un grande número de muestras, la idea es realizar diagnósticos no solo de aquí la región sur, sino cuando sea necesario, de otras unidades de la Fiocruz que reciban un gran número de muestras y no tengan capacidad de atender tal volumen de trabajo. La idea es formar una red y conseguir, con la ayuda de este equipo, apoyar a la Fiocruz en la misión de ofrecer diagnóstico a un mayor número de individuos, en el menor tiempo posible. Esto permitiría la toma de decisiones por medidas efectivas en el enfrentamiento de eventuales epidemias.
Con el auxilio de esta nueva tecnología de diagnóstico, ¿Cree usted que estamos más próximos a entender y prevenirnos mejor contra la infección por el virus zika?
Nuestra idea no es realizar una investigación para la prevención. Estamos realizando, en verdad, un proyecto diagnóstico. Pero yo creo que sí, que a partir del momento en que entendemos la proporción de individuos que se infectan con el virus zika, pero no presentan síntomas clínicos, y los identificamos, conseguimos contribuir con el pronóstico en la planificación familiar de esas personas. En el sentido de decir ‘vea, usted posee anticuerpos contra el zika, entonces usted ya debe haber sido infectado’, lo que podría, claro, contribuir a un mejor entendimiento sobre la dispersión viral y otros aspectos epidemiológicos. Sin embargo, no gustaría de comprometerme diciendo que conseguimos prevenir mejor la infección. La prevención vendrá a partir de la producción de una vacuna o de un tratamiento antiviral.
Mejorando el diagnóstico nosotros contribuimos para saber mejor cuál es la extensión de la infección, el número de pacientes asintomáticos y, de esta forma, obtener un panorama más amplio de la enfermedad. Además, por tratarse de una plataforma capaz de diferenciar infecciones por ZIKV y DENV, permite un mejor manejo (tratamientos/intervenciones) de pacientes.